David Ricardo: PRINCIPIOS DE ECONOMÍA POLÍTICA Y TRIBUTACIÓN
El autor
Cap. 1 : DEL VALOR
1. Adam Smith ha observado que la palabra valor tiene dos significados distintos y que a veces expresa la utilidad de algún objeto especial y a veces el poder de adquisición de otras cosas que la posesión de este objeto supone. El primero puede llamarse valor en uso; el segundo, valor en cambio. “Las cosas –prosigue- que tienen mayor valor valor en uso tienen a menudo poco o muy poco valor en cambio; y por el contrario, las que tienen el mayor valor en cambio tienen poco o ningún valor en uso”. El agua y el aire son abundantemente útiles, son en verdad indispensables para la existencia; sin embargo, en circunstancias normales nada puede obtenerse a cambio de ellas. El oro, por el contrario, aunque de poca utilidad en comparación con el aire o el agua, se cambiará por una gran cantidad de otras cosas.
El Banco de Inglaterra y la Bolsa de Londres
2. La utilidad no es, pues, la medida del valor en cambio, aunque sea absolutamente esencial. Si una cosa no fuera de utilidad alguna, en otras palabras, no pudiera en modo alguno contribuir a nuestra satisfacción, estaría privada de valor en cambio por escasa que fuese o cualquiera que fuese la cantidad de trabajo necesaria para procurarla.
3. Poseyendo utilidad las cosas derivan su valor en cambio de dos causas: de su escasez y de la cantidad de trabajo necesaria para obtenerlas.
Paisaje de Londres hacia 1820
4. Existen algunas cosas cuyo valor es determinado exclusivamente por su escasez. Ningún trabajo puede aumentar su cantidad y, por consiguiente, su valor no puede ser reducido aumentando la oferta. Entre éstas figuran las estatuas y las esculturas de mérito, los libros y monedas antiguos, los vinos de calidad especial que sólo pueden elaborarse de uvas cosechadas en una región determinada y de las que sólo existe una cantidad muy limitada. Su valor es enteramente independiente de de la cantidad de trabajo necesaria para producirlas y varía según el grado de riqueza y las inclinaciones de los que desean poseerla.
Una de las innumerables ediciones de la obra
Estas cosas, sin embargo, constituyen una parte muy pequeña de la masa de artículos que se cambian diariamente en el mercado. La gran mayoría de estas cosas que son objeto de deseo se obtienen por medio del trabajo y pueden ser multiplicadas, no sólo en un país, sino en muchos, casi sin límite alguno, si estamos dispuestos a emplear el trabajo necesario para obtenerlas.
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