Suetonio.- LOS DOCE CÉSARES: Vespasiano.
I. El poder imperial, que estaba entonces como perdido en manos de tres príncipes cuyas rebeliones y violento fin lo habían quebrantado durante largo tiempo, se fijó finalmente y se fortaleció en las de la estirpe Flavia. Esta era una familia oscura y sin ninguna distinción, pero no por eso menos querida de los romanos, aunque produjo a Domiciano, cuya avaricia y crueldad recibieron justo castigo. Un individuo llamado Tito Flavio Petrón, del municipio de Reata, sirvió bajo Pompeyo como centurión
o soldado distinguido durante la guerra civil. En la batalla de Farsalia huyó, retirándose a su patria, donde, después de obtener el perdón, fue inspector de subastas. Su hijo, denominado Sabino, no sirvió en el ejército, a pesar de que afirman algunos autores que fue centurión primipilario, y otros que, estando aún en posesión de este grado, se le dispensó del servicio militar por su falta de salud. Fue éste recaudador del cuadragésimo en Asia, y por muchos daños existieron las estatuas que muchas ciudades de aquella provincia le erigieron con esta inscripción en griego: Al recaudador íntegro. Tuvo luego banca en Helvecia, y falleció dejando dos hijos de su mujer Vespasia Pola; el mayor, llamado Sabino, llegó a ser prefecto de Roma, y el segundo, Vespasiano, emperador. Pola descendía de una honrada familia de Nursia; su padre, Vespasiano Polión, había sido tres veces tribuno militar y prefecto de los campamentos, y tenía un hermano senador que había regentado la pretura. Aún existe hoy en la cumbre de una montaña, en la milla sexta o en camino que va de Nursia a Egipto, un paraje que lleva el nombre de Vespasia, y en el que se ve un gran número de monumentos de los Vespasios, que atestiguan la distinción y antigüedad de esta familia. Es cierto que se ha pretendido que el padre de Petrón, nacido al otro lado del Po, era capataz de estos trabajadores que pasan todos los años de la Umbria al país de los sabinos para el trabajo de las tierras, que se estableció en la ciudad de Reata y allí contrajo matrimonio. Pero a pesar de las minuciosas investigaciones que he llevado a cabo, no he podido encontrar vestigio de este hecho.
Valle de Falacrina, donde nació Vespasiano
o soldado distinguido durante la guerra civil. En la batalla de Farsalia huyó, retirándose a su patria, donde, después de obtener el perdón, fue inspector de subastas. Su hijo, denominado Sabino, no sirvió en el ejército, a pesar de que afirman algunos autores que fue centurión primipilario, y otros que, estando aún en posesión de este grado, se le dispensó del servicio militar por su falta de salud. Fue éste recaudador del cuadragésimo en Asia, y por muchos daños existieron las estatuas que muchas ciudades de aquella provincia le erigieron con esta inscripción en griego: Al recaudador íntegro. Tuvo luego banca en Helvecia, y falleció dejando dos hijos de su mujer Vespasia Pola; el mayor, llamado Sabino, llegó a ser prefecto de Roma, y el segundo, Vespasiano, emperador. Pola descendía de una honrada familia de Nursia; su padre, Vespasiano Polión, había sido tres veces tribuno militar y prefecto de los campamentos, y tenía un hermano senador que había regentado la pretura. Aún existe hoy en la cumbre de una montaña, en la milla sexta o en camino que va de Nursia a Egipto, un paraje que lleva el nombre de Vespasia, y en el que se ve un gran número de monumentos de los Vespasios, que atestiguan la distinción y antigüedad de esta familia. Es cierto que se ha pretendido que el padre de Petrón, nacido al otro lado del Po, era capataz de estos trabajadores que pasan todos los años de la Umbria al país de los sabinos para el trabajo de las tierras, que se estableció en la ciudad de Reata y allí contrajo matrimonio. Pero a pesar de las minuciosas investigaciones que he llevado a cabo, no he podido encontrar vestigio de este hecho.
Paisaje de la región de Nursia, de donde procede la familia del emperador
II. Vespasiano nació en el país de los sabinos, al otro lado de Reata, en una aldea llamada Falacrina, el 15 de las calendas de diciembre (17 de noviembre), hacia el atardecer, bajo el consulado de Q. Sulpicio Camerino y de C. Popeo Sabino, cinco años antes de la muerte de Augusto. Educóse en casa de su abuela paterna, Tertula, en sus posesiones ce Cosa, motivo por el cual, aun siendo emperador, visitó a manudo aquellos parajes donde pasó su infancia y dejó la casa tal como estaba, no queriendo cambiar nada de la disposición de los objetos que sus ojos tenían costumbre de ver allí. Tan cara le era la memoria de aquella abuela, que toda su vida, hasta en los días solemnes, continuó bebiendo en una copita de plata que le había pertenecido....
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