lunes, 16 de julio de 2012

Inca Garcilaso de la Vega.- LA CONQUISTA DEL PERÚ

El Inca Garcilaso


      I. TRES ESPAÑOLES, HOMBRES NOBLES, ASPIRAN A LA CONQUISTA DEL PERÚ



      En las cosas que hemos dicho, en el libro nono de la primera parte de nuestros Comentarios Reales, se ocupaba el bravo Atahuallpa tan contento y ufano de pensar que con sus crueldades y tiranías iba asegurando su imperio, cuán ajeno y descuidado de imaginar que mediante ellas mismas se lo habían de quitar muy pronto gentes extrañas, no conocidas, que en tiempo tan próspero tan próspero y favorable como él se prometía, llamaron a su puerta para derribarle de su trono y quitarle la vida y el imperio, que fueron los españoles. Cuya historia para haberla de contar como pasó, será necesario volvamos unos años atrás para tomar de sus primeras fuentes la corriente della. Decimos que los españoles, después que descubrieron el Nuevo Mundo, andaban tan ganosos de descubrir nuevas tierras

Una edición de los Comentarios Reales

y otras más y más nuevas que, aunque muchos de ellos estaban ricos y prósperos, no contentos con lo que poseían, ni cansados de los trabajos, hambres, peligros, heridas, enfermedades, malos días y peores noches, que por mar y por tierra habían pasado, volvían de nuevo a nuevas conquistas y mayores afanes, para salir con mayores hazañas que eternizaran sus famosos nombres. Así acaeció en la conquista del Perú, que viviendo en Panamá Francisco Pizarro, natural de Trujillo, de la muy noble sangre que de este apellido hay en aquella ciudad, y Diego de Almagro, natural de Malagón, según Agustín de Zárate, aunque Gomara dice que de Almagro, que es más verosímil por el nombre, no se sabe de qué linaje, más sus obras, tan hazañosas y generosas dicen que fue nobilísimo, porque es lo que las hace tales, y por el fruto se conoce el árbol. Eran hombres ricos y famosos

El Golfo de Uraba

por las hazañas que en otras conquistas habían hecho, particularmente Francisco Pizarro, que había sido capitán y teniente de gobernador, año de mil quinientos y doce, en la ciudad de Uraba, cuando la conquistó y pobló él mismo con cargo de teniente general, por el gobierno de Alonso de Hojeda, y que fue el primer capitán español que en aquella provincia hubo, donde hizo grandes hechos y pasó muchos y muy grandes afanes, como lo dice muy breve y muy compendiosamente Pedro de Cieza de León, capítulo sexto, con estas palabras: Y después desto pasado el gobernador Hojeda fundó un pueblo de cristianos en la parte que llaman de Uraba, donde puso por su capitán y lugarteniente a Francisco Pizarro, que después fue gobernador y marqués, y en esta ciudad o villa de Uraba pasó muchos trabajos este capitán Francisco Pizarro, con los indios de Uraba y con hambres y enfermedades que para siempre quedará dél fama, etc. Hasta aquí es de Pedro de Cieza. También se halló en el descubrimiento de la mar del Sur con el famoso sobre los famosos Vasco Núñez de Balboa, y en la conquista de Nombre de Dios y Panamá se halló con  el gobernador Pedro Arias de Ávila, como lo dice Gomara al fin del capítulo ciento y cuarenta y cinco de la historia de las Indias.

Relieve en madera de Francisco Pizarro

      Pero no contento Francisco Pizarro ni Diego de Almagro de los trabajos pasados, se ofrecieron a otros mayores; para lo cual movidos de la fama simple que entonces había del Perú, hicieron compañía y hermandad entre sí estos dos ilustres y famosos varones, y con ellos Hernando de Luque, maestre-escuela de Panamá, señor de la Taboga, juraron todos tren en público, y otorgaron escritura de obligación de no deshacer la compañía por gastos ni desgracias que en la empresa que emprendían de la conquista del Perú les sucediese, y que partirían hermanablemente cualquier ganancia que hubiese. . . .

Estatua de Almagro en su villa natal

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