jueves, 26 de mayo de 2011

Salustio.- YUGURTA

Salustio: LA GUERRA DE YUGURTA.
Comienzo.

El Jardín de Salustio


 Sin causa alguna se quejan los hombres de que su naturaleza es flaca y de corta duración; y que se gobierna más por la suerte, que por la virtud. Porque si bien se mira, se hallará por el contrario, que no hay en el mundo cosa mayor, ni más excelente; y que no le falta vigor ni tiempo, sí sólo aplicación e industria. Es, pues, la guía y el gobierno entero de nuestra vida el ánimo, el cual, si se encamina a la gloria por el sendero de la virtud, harto eficaz, ilustre y poderoso es por si mismo; no necesita de la fortuna, la cual no puede dar a nadie bondad, industria, ni otras virtudes. Pero si, esclavo de sus pasiones, se abandona a la ociosidad y a los deleites perniciosos, a poco que se engolfa en ellos y por su entorpecimiento se reconoce ya sin fuerzas, sin tiempo y sin facultades para nada, se acusa de flaca a la naturaleza, y atribuyen los hombres a sus negocios y ocupaciones la culpa que ellos tienen. Y la verdad, si tanto esmero pusieron en las cosas útiles, como ponen en procurar las que no les tocan, ni pueden serles de provecho, y aún aquellas que le son muy perjudiciales, no serían ellos los gobernados, sino antes bien gobernarían los humanos acaecimientos, y llegarían a tal punto de grandeza, que, en vez de mortales que son, se harían inmortales por su fama.



Africa del Norte en la Antigüedad
 Porque como la naturaleza humana es compuesta de cuerpo y alma, así todas nuestras cosas e inclinaciones siguen unas el cuerpo y otras el alma. La hermosura, pues, las grandes riquezas, las fuerzas del cuerpo y demás cosas de esa clase pasan brevemente; pero las esclarecidas obras del ingenio son tan inmortales como las almas. Asimismo, los bienes del cuerpo y de fortuna, como tuvieron principio, tienen su término; y cuanto nace y se aumenta llega con el tiempo a envejecer y muere; el ánimo es incorruptible, eterno, el que gobierna el género humano, el que lo mueve y lo abraza todo, sin estar sujeto a nadie. Por eso es más de admirar la depravación de aquellos que, entregados a los placeres del cuerpo, pasan su vida entre los regalos y el ocio, dejando que el ingenio, que es la mejor y más noble porción de nuestra naturaleza, se entorpezca con la desidia y la falta de cultura; y más habiendo, como hay, tantas y tan varias ocupaciones propias del ánimo, son las cuales se adquiere suma honra.

Salustio, según un grabado del siglo XVIII

 Pero entre éstas los magistrados y gobiernos, y en una palabra, todos los empleos de la república son en mi juicio en este tiempo muy poco apetecibles, porque ni para ellos se atiende al mérito, y los que destituidos de él los consiguen por medio de fraudes, no son por eso mejores ni viven más seguros. Por otra parte, el dominar un ciudadano a su patria y a los suyos y obligarles con la fuerza, aunque se lleguen a conseguir y se corrijan los abusos, siempre es cosa dura y arriesgada, por traer consigo todas las mudanzas de gobierno muertes, destierros y otros desórdenes; y, por el contrario, empeñarse en ello vanamente y sin más fruto que malquistarse a costa de fatigas, es la mayor locura; si ya no es que haya quien, poseído de un infame y pernicioso capricho, quiera el mando para hacer un presente de su libertad y de su honor a cuatro poderosos.

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